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La Argentina trabaja sus biotipos y sistemas de alimentación específicos, todo lo cual impone la necesidad de generar datos propios con precisos detalles en sus procesos de producción, aplicados para lograr el manejo acertado del negocio como lo practican las empresas exitosas del sector.
En este contexto, Biofarma, empresa líder en el sector de nutrición y sanidad animal, apostó en el desarrollo del CENAB, su Centro Experimental de Nutrición Animal, ubicado a 14 km de Jesús María, el cual durante sus tres años de vida ha cumplido un rol fundamental, siendo bautizado en más de una oportunidad como “La NASA de la ganadería argentina”.
Quien conoce a fondo el Centro y las tareas desarrolladas, es su Gerente Técnico Juan Manuel Bollatti, quien afirma: “Al cumplir los primeros tres años de vida del Centro, podemos analizar los avances que se han concretado en cada uno de los 3 ejes de trabajo establecidos al inicio del proyecto los cuales son: investigación, capacitación y producción”.
Por su parte, Román Irurtia, Gerente Técnico Comercial de Rumiantes en Biofarma, agrega: “Toda esta información desarrollada durante estos años, es el resultado de la interacción que generamos con nuestros clientes –cualquiera sea su escala de producción (desde 500 a más de 70.000 cabezas) -en las diferentes zonas del país; donde nuestro equipo técnico recaba inquietudes o vicisitudes productivas que luego son motivo de estudio en el Centro”.
Biofarma participa en la suplementación de más de 550.000 cabezas en forma diaria a lo largo del año, que están bajo un sistema semi intensivo o intensivo de alimentación”.
Investigación
Al entrar en detalle sobre los logros del CENAB, Bollatti dice que se han llevado a cabo más de 30 ensayos de investigación, que incluyen todas las aristas de la producción como ser nutrición, manejo, confort, sanidad y genética o biotipos. “Las evaluaciones aquí enfocadas en condiciones intensivas, incluyen etapas de recría como de terminación, y desde el momento de ingreso de la hacienda hasta la salida con su seguimiento en faena”, remarcó.
Algunos ejemplos incluyen las evaluaciones de distintos tipos de procesamiento del grano de maíz, el efecto de distintos planes nutricionales tanto en recría como en engorde, protocolos de alimentación en verano, el efecto de distintas asignaciones de frente de comedero, evaluaciones de distintos planes sanitarios de antiparasitarios, antibióticos y vacunación, entre otras.
“El ingreso y adaptación de animales a los corrales es un punto crítico del negocio, más aún en estas épocas con terneros provenientes de zafra. Aquí hemos puesto énfasis con numerosos trabajos comprobando como la nutrición, la sanidad, transporte y el origen, pueden influenciar en estos primeros días y en el resto del ciclo productivo. Hoy toda esa información la podemos utilizar para ayudar a nuestros clientes con el mejor programa de adaptación de animales a los corrales”, señala.
“En cuanto a genética venimos trabajando con las asociaciones decriadores de las distintas razasa de la Argentina con más de 1.000 toros evaluados en pruebas de eficiencias de conversión que permitan incorporar este carácter dentro del programa de mejoramiento de razas”, afirma.
Sobre la generaron los tópicos de los más de 30 trabajos de investigación, Irurtia comenta: “El equipo técnico de rumiantes de Biofarma se compone por más de 20 profesionales que están distribuidos en toda la Argentina y demás países de la región, trabajando en interacción constante con clientes y productores; y generando la demanda de información que luego se traslada a los estudios que llevamos a cabo y son devueltos con resultados confiables realizados bajo un sistema muy semejante a los que ellos producen”.
Capacitación
“En el eje capacitación hemos realizado más de 15 talleres orientados a los diferentes niveles de toma de decisiones que componen los establecimientos” nos explica Bollatti; “Talleres para mixeros, encargados de alimentación y hacienda que engloba aspectos más operativos; como también los Talleres para Encargados y Gerentes de Feedlot”.
Con la participación de 15 a 18 personas por cada taller, se analiza la operatoria que se aplica en un feedlot, desde que ingresa el animal hasta el día 120 cuando sale. “Toda la información analizada, tanto en alimentación como en gestión de datos, es generada y compartida con los asistentes”, subraya.
Asimismo, en el CENAB se lleva adelante un programa de prácticas profesionales intensivas con una duración de 3 meses, destinadas a estudiantes que están en la última etapa de su estudio, también trabajando en convenios con universidades del país y del extranjero, y aprovechando para sus prácticas la moderna infraestructura del establecimiento. “Han pasado por este programa unos 70 practicantes, muchos de ellos, Veterinarios, Ing. Agr. y Zootecnistas; que luego son recomendados a establecimientos que demandan mano de obra con cierta experiencia”, enumeró.
Producción
“El tercer pilar del CENAB es la producción que hace viable al proyecto desde el punto de vista económico, y se conforma por un feedlot en el que manejamos unas 18.000 cabezas de manera instantánea en 94 corrales. Podemos decir que ya han pasado más de 130.000 animales por nuestras instalaciones y de ellos tenemos información individual y precisa sobre raza, origen, peso de ingreso, diagnósticos y tratamientos, conversiones alimenticias y peso de salida, entre otras.
“Nosotros tenemos la misma problemática del 90% de los feedlot de Argentina y la región, inestabilidad económica del negocio, disponibilidad de insumos, recursos humanos, tareas permanentes de mantenimiento, todas las mismas vivencias que tienen nuestros clientes. Pero la toma de decisiones son consecuencia del análisis de datos y los resultados de nuestros ensayos”, sostiene Irurtia. En síntesis, podemos ver como las actividades del CENAB se han entrelazado con las actividades desarrolladas por Biofarma.
El futuro
Ambos técnicos sostienen que avizoran una actividad ganadera en Argentina cada vez más competitiva; donde la rentabilidad del negocio se focalizará sobre la eficiencia del sistema, el cuidado del medio ambiente y el bienestar animal.
“Desde el inicio del CENAB nos adelantamos sobre estos requisitos, que hoy se instalaron en la cosciencia social, como lo son el cuidado ambiental y bienestar animal. Es por esto que contamos con un biodigestor que se alimenta en forma diaria con más del 25% de las excretas que generan los animales en sus corrales. De aquí obtenemos biogás que alimenta una caldera que aporta la energía para que funcione la planta de rolado a vapor”, dice Bollatti. El procesamiento de rolado a vapor permite mejorar la eficiencia de conversión en más de un 8% sobre raciones con grano seco, información con la que contábamos previamente sobre investigaciones desarrolladas en EEUU, y hoy podemos validar en nuestras instalaciones.”
Irurtia agrega, “es una inversión que se puede pagar en 3 años con la eficiencia que genera (ahorro de maíz, sustitución de electricidad generada de biogás, fertilizante orgánico, reducir volatilización, etc.) además nos permitió asesorar a productores sobre su construcción y manejo lo que demuestra una vez más, que nuestro asesoramiento abarca todos los aspectos del negocio el feedlot”.
Luego en referencia al futuro, el investigador Bollatti comentó, “Nuestros proyectos futuros están especialmente enfocados en aspectos ambientales, reconociendo la importancia crucial de reducir las emisiones de gases. Además, seguimos comprometidos en la generación de información que nos permita mejorar nuestra eficiencia en términos de conversión, lo que tiene un impacto indirecto en el medio ambiente”.
Irurtia concluye destacando: “Visualizamos un horizonte argentino transformado en términos de producción de carne. La información que hemos generado durante los últimos tres años será cada vez más relevante y vital en este contexto de evolución.”
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