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En Egipto, representantes de distintos países exhibieron los resultados de programas y sistemas productivos con datos concretos para no perder el partido que se juega en los mercados mundiales.
Con datos concretos y evidencias, los países de América del Sur mostraron los progresos que realizaron en favor de la sostenibilidad de su ganadería en el pabellón del Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura (IICA) en la 27ª Conferencia de las Partes de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP 27) de Egipto.
Allí, explicaron los resultados de los programas que se pusieron en marcha para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) de sus sistemas productivos, lo que, según el IICA, ha tenido consecuencias positivas en términos ambientales y ha mejorado los ingresos de las familias rurales.
En el panel “Ganadería sostenible como aporte a los compromisos hacia la sostenibilidad de los sistemas agroalimentarios“, luego de la bienvenida del director general del IICA, Manuel Otero, expusieron Cecilia Jones, coordinadora de la Unidad de Sostenibilidad y Cambio Climático del Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca del Uruguay; y Fernando Zelner, asesor del Ministerio de Agricultura, Ganadería y Abastecimiento de Brasil. También participaron el ministro de Ganadería, Agricultura y Pesca de Uruguay, Fernando Mattos; el ministro de Agricultura y Ganadería de Paraguay, Santiago Bertoni; y el subsecretario de Coordinación Política de la secretaría de Agricultura, Ganadería y Pesca de Argentina, Ariel Martínez, oficiando como moderadora la directora de la Oficina de Programación y Política Agropecuaria del ministerio uruguayo, Verónica Durán, Entre los asistentes estuvo la presidenta de la Fundación World Food Prize (WFP), Barbara Stinson, la secretaria del Departamento de Alimentación y Agricultura de California, Karen Ross, y el Enviado Especial del IICA a la COP27, Rattan Lal, la mayor autoridad mundial en ciencias del suelo, Premio Mundial de la Alimentación 2020 y Embajador de Buena Voluntad del IICA.
Jones explicó que en la mayoría de las emisiones son derivadas de agricultura, forestación y otros usos de la tierra, ya que la mayor parte de la ganadería uruguaya se hace sobre pastizales naturales, lo que favorece un importante aporte en términos de secuestro de carbono. La especialista explicó que su país puso en marcha un sistema para calcular las emisiones por hectárea y por kilo de carne producida. “Esta herramienta nos sirve para ver qué está sucediendo y hemos confirmado que el campo natural es capaz de capturar carbono, a pesar de que muchos piensan que solo los árboles lo hacen”, afirmó.
Trabajando en predios de hasta 2.000 hectáreas con planes de sostenibilidad, Uruguay verificó una reducción de 10% en emisiones, gracias a una reducción del stock ganadero que se combinó con un aumento de la producción de carne. “Somos capaces de producir más y conservar los sistemas naturales. Hemos podido aumentar los ingresos de las familias, reducir las emisiones y esperamos poder demostrar al final del proyecto que estamos secuestrando carbono y biomasa en el suelo”, afirmó Jones.
A su turno, Fernando Zelner dio detalles de los logros del Programa de Agricultura de Bajo Carbono, principal herramienta de Brasil para la sostenibilidad de los sistemas productivos. El Proyecto ABC+ promueve buenas prácticas basadas en ciencia a través de tres mecanismos: préstamos a tasas preferenciales, asistencia técnica para capacitar a los productores y apoyo a la innovación e investigación.
“Fue lanzado en 2009, en los primeros diez años se promocionaron seis tecnologías y superamos las metas que nos había propuesto, ya que restauramos 52 millones de hectáreas, que es una vez y media la superficie de Alemania, y mitigamos 170 millones de toneladas de CO2 equivalente”, detalló.
En la segunda etapa del proyecto, lanzada en 2020, el foco está puesto en cuestiones como fijación biológica de nitrógeno, siembra directa, restauración de pasturas, sistemas agrosilvopastoriles y manejo de los deshechos animales.
“Nuestras metas son intervenir en 72 millones de hectáreas y mitigar la emisión de 1000 millones de toneladas de CO2, y por cada real que se invierte en políticas públicas, los productores invierten 7 reales, así se ve como la inversión pública puede catalizar inversión privada”, contó.
Por otra parte, el ministro paraguayo, Santiago Bertoni, aseguró: “Nuestra ganadería se realiza de forma sostenible sobre pasturas y es fundamental tener nuestras formas de medición para que no tengamos que utilizar sistemas de medición que no contabilizan la captura de carbono. No nos dejemos llevar por delante. Tenemos que seguir trabajando para defender nuestra llegada a los mercados y que no nos pongan trabas comerciales”, subrayó.
Mattos consideró que la discusión del ambiente y su vínculo con la ganadería es fundamental para los países del Sur. “Acá se juega un partido muy importante: el riesgo que empieza a surgir es que exista un neoproteccionismo comercial de la producción agrícola basado en temas ambientales”, dijo. “Somos la única actividad productiva que secuestra carbono y no podemos estar bajo el fuego de las fake news. Nosotros somos víctimas del cambio climático que afecta a los pequeños productores y somos señalados como culpables de algo que es responsabilidad de otros”, sostuvo.
En tanto, Martínez coincidió en que los países del Sur deben dar la batalla comunicacional. “Cuando los países del Mercosur ampliado nos hemos unido, nos fue mejor. La ciencia ya estaba a favor nuestro desde hace mucho tiempo, pero existe una narrativa desacertada”, concluyó.
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