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Pese a que la oferta ganadera se presenta declinante, los precios reales del ganado caen y se alejan semana a semana de los máximos históricos. Las cotizaciones del novillo respondieron muy bien al comienzo de este nuevo proceso económico, acompañando inclusive el fogonazo inflacionario de noviembre-diciembre-enero, pero luego afectadas por tipo de cambio crecientemente erosionado están perdiendo frente a la inflación que todavía es muy alta.
Se exporta más, se consume menos, se faena menos que un año atrás. Los costos de los insumos ganaderos, de la mano de un dólar semicongelado, han moderado marcadamente la evolución explosiva mostrada en los últimos dos meses del año pasado.
El mercado internacional a principios de año se presenta con un aumento significativo de las exportaciones mundiales de carne vacuna, pero con precios todavía bajos, especialmente en el caso del mercado chino.
Stock
Según el Sistema Informático de Gestión de Sanidad Animal (Sigsa), del Senasa, las existencias de bovinos al 31 de diciembre de 2023 eran de 52.783.982 cabezas, implicando una caída de 1,459 millones de animales con respecto a diciembre de 2022 (-2,7%).
Del análisis por categoría surge que el stock de vacas totalizó las 22, 4 millones de cabezas, 600 mil animales menos que un año atrás, acusando una baja del 2,6%.
Llama la atención el stock de terneros (machos y hembras), que resulta de 14,7 millones de crías, sólo 534 mil cabezas menos que a fines de 2022 (-3,5%). De acuerdo a los efectos de la seca sobre la preñez, se calculaba que la cantidad de terneros nacidos iba a caer entre 1 y 1,5 millones de animales, pero la Segunda Vacunación contra la Aftosa 2023 ya anticipó que las pérdidas en realidad han sido muy inferiores a lo calculado por la mayoría de los extensionistas y veterinarios.
La relación ternero/vaca
La relación ternero/vaca en diciembre último, indicador imperfecto del procreo, se ubica en el 65,5%, sólo 0,2 puntos porcentuales inferior al índice registrado en diciembre de 2022, y en el segundo nivel más alto de la serie que se inicia en 2007.
Si bien esta relación ternero/vaca es todavía baja, muestra sensibles mejoras con respecto a quince o veinte años atrás, y se ha comportado en medio de la seca de una manera muy positiva.
Siguiendo el análisis por categoría, cae el número de novillos (+-2,1%) y de novillitos (-0,9%), mientras que es importante –tal como se esperaba– la caída en el stock de vaquillonas, que resulta un 4% inferior al de diciembre de 2022.
El stock ganadero a diciembre pasado es el más bajo desde 2015 a la fecha, y resulta ocho millones de cabezas inferior a las 60 millones de cabezas que se tenían a mediados de la década del 2000.
El menor nivel de existencias, y sobre todo de destete del corriente año, determinarán una menor faena y producción de carne en el segundo semestre de 2024, y sobre todo, en el año 2025, para recuperarse luego. En general, se estima que los tactos de la actual temporada son mejores que los del otoño 2023.
En cuanto a la evolución del stock por provincia, se observa una caída de las existencias de Buenos Aires, de 574 mil cabezas (-2,8%), de Santa Fe, 278 mil cabezas (-4,3%), Córdoba 232 mil (-4,9%), Entre Ríos 182 mil (-4%), La Pampa 110 mil (-3,3%) y Corrientes 137 mil (-3%).
El conjunto de Chaco, Formosa, Salta y Santiago del Estero muestra exactamente el mismo número de cabezas que en 2022, lo que se repite en el caso de San Luis. Es por lo menos llamativa la estabilidad del stock en las provincias del NEA y NOA, fuertemente afectadas por la seca.
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