[ad_1]
La caída de la producción hace que crezca la relevancia de los derechos de exportación en la ecuación final. Además los productores acumulan saldos técnicos de IVA muy difíciles de recuperar, advirtieron desde FADA.
La sequía que azota a toda la región tiene efectos negativos por donde se la mire. Paradójicamente, ante la caída en la producción de granos, para muchos productores aumentará el peso de los impuestos en su renta final, según advirtió un informe de la Fundación Agropecuaria para el Desarrollo de la Argentina (FADA).
“Uno esperaría que si la producción baja, sea por sequía o el motivo que sea, la presión de los impuestos también baje. Sin embargo, por la estructura tributaria que pesa sobre la producción agrícola, un evento adverso como la sequía, en lugar de reducir el peso de los impuestos, lo aumenta. Esto es debido a que, el impuesto con mayor participación es el derecho de exportación que, al actuar sobre el precio bruto, no reconoce caídas en la rentabilidad. Así, a medida que empeora la sequía, aumenta la participación de los impuestos sobre la renta”, explica David Miazzo, Economista Jefe de FADA.
A su vez, que baje la producción por la sequía también hace que se alteren los saldos de IVA de los productores, indican desde FADA. “El saldo técnico es el resultado de la resta del IVA pagado en compras y el IVA percibido por sus ventas. Para los productores, comercios e industrias, el IVA debería tener un efecto neutro, ya que es un impuesto destinado a que lo pague el consumidor final. Sin embargo, si se acumulan saldos técnicos por una situación excepcional como una sequía que hace caer las ventas, el productor no puede usar ese saldo para pagar otros impuestos ni lo puede recuperar fácilmente, por lo que directamente se convierte en mayor carga fiscal”, aclara Miazzo.
En este contexto, el índice FADA, que calcula el porcentaje de la renta agrícola (ingresos menos costos) que queda en manos estatales, aumentó 5,9 puntos en diciembre hasta llegar al 67,2 por ciento a nivel nacional. Es decir que por cada $100 de renta que genera una hectárea, $67,20 se van en impuestos.
Según remarcó el informe de FADA, los productores agrícolas no sólo se ven afectados por una mayor carga tributaria, sino que una reducción sustancial de la producción genera pérdidas económicas y dificultades para pagar deudas y compromisos. “En este tipo de situaciones, si bien todos los productores se ven afectados, los más chicos tienen menor capacidad para absorber el impacto y corren el riesgo de salir de la actividad”, aseguraron.
“Una sequía de esta magnitud no sólo es una mala noticia para los productores, sino para toda la Argentina”, advierten desde FADA. Por un lado, ingresarán entre 10.000 y 15.000 millones de dólares menos por exportaciones, generando mayores presiones cambiarias que las existentes, ampliando la brecha y generando mayores expectativas de devaluación. Por otro lado, la sequía le puede restar unos 3 puntos al PBI, ya que se reduce la actividad económica, porque hay menos producción, transporte, industrialización y exportación. Estos efectos se sentirán en mayor medida en los pueblos y ciudades del interior productivo, donde la producción agropecuaria representa la actividad económica.
[ad_2]
Source link