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Japón decidió cerrar temporalmente las importaciones de productos avícolas desde la Argentina por la detección de gripe aviar en la última semana, que alcanzan los 14 casos hasta el momento.
Ante esta decisión, hay malestar en los directivos del Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa) y pidieron una reunión con el Ministerio de Agricultura japonés para poder destrabar la situación.
“Pedimos formalmente a Japón que suspenda la restricción del ingreso de productos y subproductos aviares desde la Argentina dado que la decisión de las autoridades japonesas no se alinea con los estándares de la Organización Mundial de Sanidad Animal”, indicó el vicepresidente del Senasa, Rodolfo Acerbi.
El reclamo fue expresado por el funcionario cuando recibió a una delegación de la embajada de Japón compuesta por Shinji Maeda, jefe de la Sección Económica; Tsuyoshi Tadano, consejero agrícola y Aki Tsujikawa, asistente.
Acerbi le apuntó a la delegación japonesa que su país no informó la medida de manera oficial a la que calificó de “prematura” ya que, explicó, la Argentina, según las normas sanitarias y de comercio internacionales. conserva su estatus de país libre de influenza aviar porque los 12 casos de la enfermedad registrados hasta el momento ocurrieron en aves silvestres y de traspatio, y no en las de la cadena comercial destinadas a consumo.
La cadena avícola exportó en 2022 por US$ 420 millones, y el mercado japonés representa apenas el 1,4% de este total (US$ 6 millones), principalmente ovoproductos.. De todas maneras, el mayor miedo del organismo es que otros países sigan los lineamientos de Japón y decidan actuar de forma similar.
El principal mercado para este sector es China, que representa un 41% del total de los embarques argentinos, según un informe de la Fundación Agropecuaria para el Desarrollo de Argentina (FADA). Le sigue la Unión Europea.
“Tanto China como la Unión Europea nos agradecieron por la transparencia de la información sobre la situación de la gripe aviar. Ellos lo valoran y siguen bastante de cerca las recomendaciones de la OMSA”, dijo por su parte Miguel Donatelli, coordinador General de Relaciones Internacionales del Senasa, quien estuvo en la reunión con los funcionarios de la Embajada de Japón en Argentina.
“Hay mercados bastante sensibles, pero entendemos que mientras sigamos las recomendaciones y la situación esté controlada en las granjas de producción, se van a poder mantener los mercados abiertos”, agregó.
Casos confirmados
El organismo detalló que con más de 100 notificaciones atendidas, suman 14 los casos confirmados en aves silvestres y de traspatio a la fecha (8 en Córdoba, 1 Buenos Aires; 1 en Jujuy; 1 en Neuquén; 1 en Salta y 2 en Santa Fe).
También se conoció que 50 patos, gansos y gallinas fueron sacrificados en el marco de un operativo dispuesto por el Senasa en un predio lindante a la laguna del club de pesca de la localidad bonaerense de Puán, ante la aparición de aves muertas por influenza aviar.
Ante este contexto y con el objetivo de lograr frenar el avance de la enfermedad, esta semana el Gobierno tomó una serie de medidas preventiva, con una inversión de $ 909 millones.
El programa consiste en sumar más recursos humanos, mayor logística y tecnologia (equipos de laboratorio, insumos y equipamiento informático) para tener presencia y control territorial en el país con el fin de garantizar que en los próximos 4 meses continúe la barrera sanitaria que permita abastecer tanto el mercado interno como el externo.
Además, habrá compensaciones económicas para la reposición de aves a aquellos productores afectados con el fin de que se topen con la enfermedad en sus establecimientos, no tengan temor de comunicar.
Luego, mediante la Resolución 166/2023 publicada el jueves en el Boletín Oficial, el Gobierno prohibió en todo el territorio nacional la realización de exposiciones, ferias, eventos y actividades recreativas que impliquen concentración y movimiento de aves domésticas, ornamentales y silvestres.
Asimismo, se determinó la prohibición de la distribución o venta de aves vivas en forrajerías, agropecuarias o veterinarias, así como el movimiento de aves de traspatio, ornamentales y de deporte.
Por otra parte, se dispuso que, ante la falta de la documentación sanitaria que ampara el movimiento de aves vivas por cualquier motivo o finalidad, se podrá proceder al decomiso inmediato.
En cuanto al ingreso de genética aviar desde el exterior, independientemente de la situación sanitaria del país exportador, deberá realizarse por vía aérea a través del aeropuerto más cercano a la Unidad de Aislamiento donde la remesa (aves de un día de vida o huevos fértiles) cumplirá un período de aislamiento postingreso al país.
En tanto, el responsable de la operatoria deberá presentar un itinerario ante el Senasa para su autorización, previo al ingreso del material genético al país.
Será obligatorio, además, que el vehículo para el traslado de la remesa desde el aeropuerto hasta la Unidad de Aislamiento cuente con un seguimiento satelital durante todo el recorrido dentro de Argentina, como así también con el registro documental del itinerario del traslado, el cual deberá ser presentado ante el Senasa una vez finalizado el trayecto.
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