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El total de costos e impuestos creció un 10% en un año.
El Programa de Incremento Exportador (PIE), más conocido como dólar soja, implementado en septiembre y diciembre de 2022 por el gobierno nacional, ofreció un precio preferencial de la divisa a los productores que vendieron la oleaginosa en esos períodos con el objetivo de recaudar las divisas que le urgían al Estado. Como contrapartida, la medida provocó el encarecimiento de los granos y subproductos que se utilizan como alimento de aves, cerdos y vacunos, en perjuicio de los productores de esas actividades.
Según el consultor en mercado porcino, Juan Luis Uccelli, si se analizan los ingresos que recibe cada eslabón de la cadena al momento que el consumidor paga, entre 2021 y 2022, la participación del productor bajó del 13,4% al 6,6%.
Esto se debe a que los costos de toda la cadena pasaron a representar el 71,6% de los ingresos en 2022. cuando un año antes llegaban al 60,1%.
“En el año 2012 los impuestos tenían una participación importante -del 24,1%- teniendo en cuenta que el IVA era del 21%, pero a partir de febrero de 2018 el impuesto se redujo al 10.5%, bajando la participación en el total a 18,6% en 2021 y 15,2 % en 2022”, detalló Uccelli. “Al haber menos rentabilidad, bajan los impuestos y por lo tanto hay menos recaudación por impuesto a la ganancia”, aclaró el consultor.
Así, la suma de costos más impuestos totales arroja un resultado similar para diciembre de 2012 y 2021 que se ubica alrededor del 78%, pero pega un gran salto en 2022 escalando a 86.8%, como consecuencia del aumento de los costos impulsado por el dólar soja y otros insumos que lo acompañaron.
En ese período, se observa “la grosera suba de los costos por una decisión gubernamental como el dólar soja, y hay que sumar a esta situación la tremenda sequía por la que atraviesa nuestro país”, remarcó Uccelli.
En 2012, el productor tenía poca participación en los ingresos totales de la cadena, la cual pudo recuperar en 2021 para volver a perderla en 2022, a pesar de seguir siendo en estos dos últimos años, el principal eslabón en la recaudación.
Por el contrario, “el carnicero tuvo un camino inverso al del productor y bajó su participación entre el 2012 y 2021 y volvió a bajar en el 2022, subiendo su participación relativa, esto nos lo explica que los cortes de cerdo al público tuvieron un alza superior al cerdo en pie”, analizó Uccelli.
En tanto, los matarifes mantuvieron una participación estable en los períodos estudiados, marcando la caída en el 2022 al igual que los otros dos eslabones.
“Si bien a lo largo de los años el productor logró tener, con justa causa, una participación mayor entre los tres eslabones, la fuerte suba de los costos condiciona la situación actual. Los números de diciembre de 2021 fueron totalmente lógicos y habría que poder volver a ellos”, opin´el consultor.
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