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El agro esta pasando de una agricultura más bien basada en insumos, a otra basada en incorporación de conocimiento y conocimiento de procesos, en tomar decisiones adecuadas, donde siembro, y temas como la agricultura por ambientes. Es un salto importante y con destino asegurado.
La incorporación de los drones a la realización de diversas tareas activas en esa nueva agricultura, se observa en las prácticas de aplicación de fitosanitarios líquidos, la distribución de fertilizantes líquidos y sólidos como también en siembras de diferentes especies, más allá de la toma de datos e imágenes.
Esta evolución se dirige hacia equipos de mayor porte, haciendo foco en que los drones son porta herramientas que agregan valor a la agricultura, y con los se realizan trabajos con un resultado final buscado, más allá de la unidad voladora controlada a distancia propiamente dicha.
Para realizar cada tipo de tarea, el dron se equipa con cámaras de visión, dispositivos para la toma de imágenes, equipos de distribución de fitosanitarios líquidos, de fertilizantes granulados y de semillas.
En todo se apunta las buenas prácticas agrícolas y sostenibilidad, con aplicaciones precisas en una agricultura cada vez más eficiente y menos contaminante, sin olvidar que estamos la producción de alimentos con lo cual debemos considerar el aumento de la demanda que habrá a nivel mundial y que es lo que nos lleva a toda esta evolución, dice el especialista en drones Nicolás Marinelli, de Marinelli Technology.
Todo esta apoyado con la inteligencia artificial y la robótica, explica el mismo Marinelli, quien detalla que en esta problemática son considerados los aspectos aéreos y también terrestres.
“La ONU estima que en el 2050 la población mundial pasará de 9.800 millones a 11.200 millones, por lo cual, alimentar al mundo con cada vez menos recursos, menos tierras y con un clima con continuos cambios exigirá al productor aumentar la eficiencia y sustentabilidad, posible de alcanzar con la inteligencia tecnológica artificial”, dice el Ing. Agr. Hernán Ferrari de Inta Concepción del Uruguay
El mismo Ferrari escribe que “en la actualidad, a nivel mundial, un agricultor produce en promedio 2500 Kg de trigo por hectárea, según estudios de la FAO, por lo que la superficie cultivable debería aumentar un 3 % anual para cubrir la demanda del crecimiento poblacional. Lo revelador es que, si al sistema actual se le suma robótica e inteligencia artificial, se podría triplicar la producción de alimentos sin incrementar la superficie productiva y garantizando el suministro. Por lo que el futuro con inteligencia tecnológica es alentador”.
Sensores
Como ejemplos de las herramientas con que se equipan los drones, detalla Marinelli, podemos mencionar cámaras multiespectrales, híperespectrales, lidars y sondas. Con las cámaras multiespectrales se puede sacar un NDVI (un índice del estado de salud de las plantas) y pueden ver más allá del rango de la luz visible por el ojo humano, en tanto que las cámaras híper espectrales son las que barren un espectro del infra rojo y longitudes de onda más amplias que las multiespectrales.
El lidar es un sensor que se utiliza para hacer relevamiento plano altimétrico, relevar altimetría, debido a que emite rayos Láser para y en función del tiempo que le toma a la luz en llegar y volver, define la distancia y hace le relevamiento de la altimetría del lugar.
Pulverizaciones
Las pulverizaciones con drones eléctricos vienen creciendo, y hay capacidades en el orden de 30 litros, con autonomías de 2 hectáreas por vuelo con una duración estimada en 40 minutos el vuelo como el DJI Agras T30 de fabricación China y que se comercializa en nuestro país de la mano de Akron. Si buscamos sintonía más fina en los datos podemos decir que la autonomía depende del volumen y el caudal de la aplicación. A manera de ejemplos de drones que pulverizan, explica Marinelli.
Otro que señala el mismo expert,o es el dron pulverizador Yamaha R-MAX, motor de combustión, con 16 a 32 litros como capacidad de transporte de líquido y una autonomía de vuelo de 60 minutos. El diámetro de rotores es 3.1 m.
“Nuestra experiencia es en drones tipo helicóptero y nos encontramos en el desarrollo del RUAS-160A con motor de combustión interna y rotores con diámetro de 3,6 m. Su capacidad de carga es 60 a 70 litros, y 90 minutos de autonomía de vuelo, trabajando 30 hectáreas por hora, con un volumen de aplicación de 3 litros/ha, es decir ultra bajo volumen enfocado hacia las buenas prácticas reduciendo la huella hídrica y de carbono”, detalla Marinelli.
Aplicaciones aéreas selectivas
Esas 30 ha por vuelo, detalla el mismo especialista, son llevadas a aplicaciones selectivas con equipos Weedit o WeedSeeker, para reducir el uso de fitosanitarios y considerando que solo con los drones se realizan hoy pulverizaciones selectivas aéreas, en las que no compactamos el suelo, pudiendo trabajar en cultivo, en barbecho y en todo estado y tipo de terreno.
El RUAS-160A también se aplica al reconocimiento de malezas (tipo, ubicación, densidades) por captura de imágenes desde un vuelo previo, con el cual se arma un mapa de prescripción y en el que se aplica la tecnología para definir la condición del lote en el momento de realizar el mejor vuelo.
Estos últimos son vuelos de reconocimiento se pueden hacer con sensores como cámaras instaladas en drones pequeños, para luego con el lote conocido, un plan de vuelo definido y el mapa de vuelo cargado, el dron mayor, por ejemplo, un helicóptero, puede volar y aplicar con alta precisión a velocidades de 80 o 100 km/h con el mejor plan de vuelo trazado, economizando tiempo, combustible y fitosanitario.
De esta manera la aplicación se hace sabiendo en que instante se deben abrir los picos para aplicar la gota sobre la maleza previamente identificada.
En el caso de hacer una la aplicación selectiva con los sensores correspondientes instalados en el helicóptero y sin vuelo de reconocimiento previo, la velocidad será de 20 km/h, que es a la que operan los sensores de aplicación selectiva.
“En esta etapa estamos terminando el desarrollo y certificación del equipo para el próximo año iniciar las tareas con clientes estratégicos de aplicación, son desarrollos con cosas muy nuevas que debemos recorrer”, detalla Marinelli.
Distribución de sólidos
También para el mismo helicóptero, se dispone de módulos para la distribución de sólidos en siembra (en lugares sin acceso como por ejemplo cultivos de servicio de siembra previa a la cosecha) y fertilización. También podemos aplicar fertilizantes foliares (líquidos) nitrogenados en dosis de 3 litros por ha.
Otra función que se puede realizar con los drones es el transporte de cargas, que esta definida como otra de las varias líneas de desarrollo del helicóptero. De esas líneas, las principales son dos: por un lado la línea de seguridad (defensa donde esta enfocada la empresa Invap), y por otro, la parte del negocio agrícola, la que maneja Marinelli Technology en tanto que el genio del diseño y fabricación de helicópteros Cicaré helicópteros completa el conjunto de tres empresas comprometidas en los desarrollos.
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