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Primero en zonas no centrales y luego en la región núcleo el cultivo ganó protagonismo ante la necesidad de un mejor acople entre el ambiente y las exigencias hídricas de las plantas.
Si se observa la producción de maíz en Argentina y como ha sido su incremento en el tiempo, se puede ver que a partir del año 2010 se produce una aceleración en ese crecimiento que llega a 4.3 millones kg/año, y también se puede ver que la mayor intensidad del cambio se produjo en las zonas periféricas más que en las centrales como el norte de la provincia de Buenos Aires, Sur de Santa Fe, Sud este.
Estas fueron algunas de las ideas que la Inga. Agra. María Elena Otegui, señaló cuando disertó sobre “el maíz tardío, las claves de su éxito y su expansión, en la séptima edición del Congreso de Maíz Tardío que tubo lugar en el predio de la Asociación del Fútbol Argentino en Ezeiza
Entonces el factor que produjo las diferencias fue el aumento de superficie, dijo y aclaró, “fue dramático y es casi una imagen especular del 2010 en adelante el crecimiento de la superficie”. Antes del 2010 era raro que superara los 4 millones de hectáreas y a partir ese año pasaron a valores que arañan los 10 millones de hectáreas.
Y lo más importante es que el maíz salió de la zona húmeda de los 800 mm al este para irse hacia el oeste, hacia al zona subhúmeda e incluso semiárida. Eso se observa en el mapa en los tonos celeste de San Luis marcando la frontera agrícola de este cultivo.
Ahora estamos parados en más de 9 millones de hectáreas fuertemente concentradas en la provincia de Córdoba que se lleva la mayor parte del maíz sembrado con más del 60% de la superficie es maíz tardío y algo similar pasa en San Luis.
En la región húmeda antes un productor de Pergamino difícilmente pensara hacer un maíz más allá de septiembre y octubre ya era una fecha límite. Hasta no hace mucho, seguía siendo la de menor adopción con un 15%. Pero esta es una foto relativamente reciente.
Como estamos hoy
Desde el 2011 cuando el tardío ya había logrado una superficie equivalente a la temprana en verde el temprano, y de ahí para adelante no hubo un solo año en el que el maíz temprano relevado en el área de influencia del puerto de Rosario ganara al maíz tardío. Algún año como 2018 – 2019 pudo acercarse un poco más el temprano pero en general no.
La última campaña más del 60% fue tardío y esta promete por razones que todos conocemos, la sequía, será aún más determinante de un cambio en la fecha de siembra hacia en atraso.
“Cuando atrasamos la fecha de siembra lo que hacemos es acoplar mejor el balance hídrico. En el maíz temprano en general ocurren eventos reproductivos cuando el balance hídrico es desfavorable – en enero–, “y con el tardío escapamos por detrás nos vamos hacia el balance positivo de febrero en adelante”, explicó la experta.
Con el maíz tardío casi hacemos desaparecer el peligro de déficit hídrico y lo más importante es que casi hacemos desaparecer las fases del ENSO, (por sus siglas en Inglés, El Niño-Southern Oscillation), y no aparece la Niña como algo tan crítico, el año pasado al menos en la zona central fue muy claro, el que sembró temprano obtuvo rines de 4 toneladas/ hectárea promedio en tanto el que sembró tarde logró promedio 8 tn/ha.
Respecto del maíz de segunda siembra, es decir, un maíz que sale con el segundo metro del suelo seco con 30% de humedad. En este caso los índices de estrés aumentan un poco pero desaparece el fenómeno ENSO, y no se dejan ver grandes diferencias entre Niña y Niño. El maíz de doble cultivo (segunda siembra) caso se parece a un maíz temprano, y no es para este año, es una opción muy desventajosa.
Normalmente en un maíz tardío, como único cultivo, esperamos que parta con un perfil con buen contenido hídrico. Para este año en muchas zonas van a vivir con el agua de la estación y se van a parecer mucho más a cultivos de segunda o con un antecesor como sojas de 2da o maíz de 2da. Piensen en manejar sus cultivos aún tardíos como si estuviesen en esa condición. Particularmente los que tienen perfiles con Bt dijo.
Asignaturas pendientes.
Entre los temas pendientes destacó el uso de híbridos de ciclo más corto (no abundan en los portfolios) para considerar la humedad del grano que comienza a secarse en función de la humedad del ambiente que siempre es menos favorable en siembras tardías porque viene de un mayor porcentaje de humedad lo que puede implicar mayor oportunidad para ataques de hongos y la penalización de rendimiento consecuente.
Un maíz tardío aún en años favorables como fue 2017 2018 que en celeste abajo, la humedad del ambiente de equilibrio facilita y acelera el secado de los granos en 75 días desde el momento de madurez fisiológica se logró la humedad de cosecha.
Pero hay otros años en los que se tarda 100 días, y estamos en septiembre cosechado todavía. Y eso es tiempo para que proliferen hongos y perdidas de distinta naturaleza, el maíz se quiebra, las cañas son más débiles. “Con madureces relativas un poco más cortas, en el mercado hay menos precoces y los hemos investigado menos por ello es una asignatura pendiente desde la investigación”.
Otro tema a tener en cuenta es que por razones atendibles como las económicas, los maíces tardíos no se fertilizan o se fertilizan mal. Ello una paradoja porque desde el 2002 decimos que los tardíos están en un mejor ambiente hídrico. “Sin embrago a un maíz temprano que seguramente sufrirá, algún nivel de estrés, que tiene un objetivo de rinde (como objetivo) generalmente menor se lo fertiliza, al tardío no” puntualizó.
“Están muy confiados en la mineralización con humedad y temperatura, y estamos de acuerdo por que no sacar de un recurso natural ese nutriente, pero la mayoría de las veces se quedan cortos, además de ser una explotación de tipo minera” dijo la Ingeniera Otegui.
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