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Ya se perdieron 10 millones de toneladas de trigo. Y se cierra la ventana de siembra de soja y maíz, que tienen retrasos muy importantes.
Pese a algunas lluvias que se dieron en las últimas semanas, la sequía primando en gran parte de la región productiva. Y las pérdidas productivas hasta el momento son alarmantes mirando hacia el 2023 con menor liquidación de divisas.
El cultivo que ya sufrió la falta de agua -y heladas tardías- es el trigo, con pérdidas de 10 millones de toneladas retrocediendo a 11,8 millones de toneladas. Esta campaña es la peor de los últimos 8 campañas.
Hasta el momento, la cosecha cubre el 42,1 % de la superficie de trigo y la producción acumulada es de 4,5 millones de toneladas. EL rinde promedio por hectárea es de 1.850 kilos, muy lejos de los 3.400 kilos del año pasado.
Ante este “desastre productivo”, en términos de exportaciones, agregando también la cebada, la merma implicaría unos US$ 3.300 millones menos durante los próximos meses, según datos de la prestigiosa Crea.
Mientras que por estos días, a medida que va lloviendo, los productores van avanzando con la siembra de soja y maíz, los dos cultivos más importantes, pero ya el retraso es muy importante y la ventana de siembra (el período óptimo para la siembra) se acaba.
En el fin de semana se dieron tormentas de variada intensidad que se dieron en el norte y centro del país. La zona más beneficiada fue el centro-este de Santa Fe y una porción del centro de Buenos Aires, con lluvias que superaron los 50 mm. Luego, en el resto de las zonas, cayeron entre 10 y 20 milímetros. Lo que muchos chacareros decidieron avanzar con las labores.
Según datos de la Bolsa de Cereales de Buenos Aires, la siembra de soja cubre el 37,1% de las 16,7 millones de hectáreas proyectadas; esto es una demora interanual de 19 puntos porcentuales en relación al año pasado. Tanto el NEA como el NOA la ventana de siembra es más larga extendiéndose hasta mediados del mes de enero por lo que todavía se pueden concretar el área estimado.
Y la siembra de maíz cubre el 32,7 % de las 7.3 millones de hectáreas, lo que marca una caída en el avance de 7 puntos respecto al ciclo pasado.
En tanto, lo que está sembrado está sufriendo los embates de la falta de agua y de las altas temperaturas de los últimos días, que superaron los 40 grados varios días seguidos.
La Bolsa de Comercio de Rosario advirtió que en la última semana se sumaron 100.000 hectáreas de soja a la condición mala y otras 200.000 hectáreas a la regular en la región núcleo. En total, son 300.000 hectáreas malas y 1,43 millones de hectáreas regulares en soja de primera en esas condiciones (8% y 35% respectivamente). Asimismo, el 51% se la considera como buena y solo un 6% como muy buena.
Y la entidad advirtió a su vez podrían quedar 600.000 hectáreas de soja de segunda (se siembra detrás del trigo) fuera de los planes de siembra
Por lo que este retraso ya va a traer consecuencias negativas en la cosecha de abril. Continuando con los datos de Crea, advirtió que demorar la siembra de soja de octubre-noviembre (fecha ideal) a diciembre-enero, significa una pérdida de rendimiento del 15,5%, y en maíz, el retraso de septiembre-octubre (fecha ideal) a noviembre-enero implica un 13,3% menos de rinde.
Ante esta menor producción de granos, en 2023 se resentirá sensiblemente el ingreso de divisas provenientes del campo. Desde la misma Bolsa rosarina plantearon varios escenarios de lo que puede suceder con la cosecha gruesa y en consecuencia, la liquidación de divisas.
Y en los tres casos hay pérdidas significativas. Calculó que las divisas que genera el campo caerán entre 21% y 36% en relación a este año cuando se proyecta llegar a US$ 45.000 millones.
El cálculo en soja varía entre 32 millones (escenario pesimista) a 46 millones de toneladas (escenario optimista) mientras que en maíz la proyección va de 41 millones a 51 millones de toneladas.
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