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Un productor le consultó a Santiago Tourn sobre cómo proceder con rejas de 22 cm de ancho.
Pregunta Ignacio: Santiago, tengo suelo para trabajar en lotes muy compactados, entre 30 y 35 cm de profundidad. Armé un paratill en un chasis de cincel. Son 9 cuerpos con una pequeña inclinación hacia delante, con rejas aladas, distanciados a 45 cm. Por error, me pusieron rejas de 22 cm de ancho (había pedido de 18 cm). ¿Existe algún tamaño de reja óptimo?
Respuesta de Santiago Tourn: Ignacio, la primera observación que haría es que es importante conocer si los cuerpos son rígidos, porque si son flexibles, no vas a llegar a esa profundidad en un suelo densificado/compactado.
La separación entre rejas aladas se calcula 2 veces la profundidad, hasta el límite de 1,5 veces la profundidad de trabajo. En tu caso, para lograr la máxima eficiencia de fisuramiento, tendrías que trabajar entre 52 y 70 cm. Si bien los tenés a 45 cm, te va funcionar igual, pero con menor eficiencias. Las fisuras son una interacción entre las líneas de acción. La reja alada regular tiene 17 cm de ancho y debe trabajar a 40-45° aproximadamente. Si te pasas de 35 cm, ya ingresas a profundidad crítica y no genera las fisuras. Otro punto sumamente importante es que el suelo al momento de realizar el trabajo esté en una condición entre el límite de contracción y friable, lo que correspondería a un 25% de humedad aproximadamente. También, el diagnóstico previo de la zona compactada es clave y qué hacer después de la descompactación. Cuidado con el tránsito.
Siempre es recomendable mantener raíces vivas produciendo exudados e interactuando con los agregados para que no se vuelva a formar la capa densificada.
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