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La escasez de pasto es notable en extensas regiones productivas, y el sorgo se posiciona como la llave que permita fabricar forraje en el menor tiempo posible. Así lo ratificó las posibilidades del cultivo Aldo Biondini, asesor de campos en varias zonas entre otras en las provincias de Buenos Aires, Córdoba y Santa Fe.
“Tanto en zonas como el norte de Santa Fe o el norte de Córdoba no llovió lo que normalmente llueve. Pero ahora -destaca- llovieron 40 mm días atrás y otros 20 mm a principios de febrero y a pesar que parece muy poco, es oportuno estar preparados con la máquina y las bolsas de sorgo para arrancar la siembra del cultivo”, dijo. “Con esa humedad, por poca que parezca, es suficiente para lograr buenos resultados”, afirma el asesor
Ocurre que el sorgo tiene mucha respuesta al fotoperíodo, lo que puede acelerar sus procesos de crecimiento y desarrollo más que otros cultivos que tienen 70 días a floración bastante fijos con variaciones de no más de uno o dos días. Pero en el sorgo esos 70 días a floración que pueden estar indicados en su folleto, pueden ser 90 en Salto o 55 días en Bahía Blanca o en Médanos al sur de la provincia de Buenos Aires.
“Cuando se siembra un sorgo pasado el 21 de diciembre y se empiezan a acortar los días, y la planta acelera los procesos dependiendo de la latitud, las condiciones que se le brinden, el barbecho, y la fecha de siembra”, dice el asesor.
“En el caso de los sorgos graníferos”, continúa su explicación Biondini, “tenemos materiales de período extremadamente corto, de 80 o 90 días a cosecha, y en este momento hay productores que están sembrando sorgo sabiendo que la panoja puede quedar en grano pastoso o lechoso, pero que si llega a no helar hasta fines de abril o primeros días de mayo, el cultivo llegará a madurez. Ello tiene que ver con la genética elegida”.
“Por ejemplo, he trabajado sorgos con 5 centímetros de distancia entre la hoja bandera y la inserción de la panoja, la cual puede quedar embuchada y con el riesgo de entrar en latencia, llevando el período de floración a 90 o 100 días, aunque sean 70 los señalados en el catálogo” sostiene.
“También tengo la experiencia de haber trabajado en la zona de Dorrego”, señala, “al sur de Buenos Aires, con materiales extremadamente cortos con 80 a 90 días a madurez fisiológica, que sembrados el 29 de enero y nacidos en febrero, llegaron a cosecha habiendo caído una helada no muy fuerte el 10 de abril”.
Si falta forraje el sorgo puede ser una solución
“Con una sequía como la ocurrida en esta campaña, hay productores que, en lotes donde no pudieron hacer nada por la falta de humedad, están sembrando sorgo forrajero, donde pueden lograr una producción de 40.000 a 50.000 kg/ha de materia verde, debido a que son materiales que con temperatura y humedad correctas pueden crecer 7 cm /día, una vez cerrado el surco”, señala Biondini.
Son siembras a 15 cm o 17,5 cm entre líneas, a razón de 10 a 12 kg/ha de semilla, generando una mayor competencia entre plantas con un cerrado rápido del entre surco. De esa manera se aprovechan los 60 días sin heladas, con temperatura y humedad adecuadas las plantas puedan alcanzar los 2 metros de altura o más.
“Entonces, cuando el cultivo con 20 cm de alto esta por cerrar el surco, le siembro 100 a 150 kg/ha de semilla de avena, cebada, centeno o triticale, y a fines de febrero cuando baja un poco la temperatura, tengo el verdeo nacido abajo del sorgo” detalla el asesor.
Luego a fines de marzo, con más de 50 cm de altura del cultivo, arranca el pastoreo debido no hay otro pasto disponible, y cuando llega el invierno, ya el verdeo esta implantado, cuya siembra pudo hacerse al voleo con una fertilizadora de platos, o con una air drill o bien con avión.
Un buen verdeo puede ser una avena de rápido crecimiento debajo del sorgo, (esas avenas que estando solas en mayo en grano lechoso pastoso se pueden picar para reserva). En mayo queda desocupado el lote y se puede sembrar una arveja (150 a 200 kg/ha) que tiene un ciclo de 90 días, e incorpora nitrógeno y que si se fertiliza con fósforo quedará disponible para el cultivo siguiente. “Así en 3 meses el lote esta listo para la siembra de maíz”, dice Biondini.
Agua, temperatura y fotoperíodo
“Muchas veces no se tiene en cuenta que el requerimiento de agua de un sorgo es muy inferior al de otros cultivos, por ejemplo, respecto de una alfalfa. Tengamos en cuenta que el kg de materia seca lograda por cada cultivo es el mismo, y la diferencia esta en el agua que consume cada cultivo para lograr ese kg de materia seca”, compara el especialista.
En el caso de una moha se precisan 18 kg de agua por kg de materia seca lograda, y en el sorgo son 27 kg de agua por kg de materia seca. En un maíz son 35 kg de agua y en una cebada, avena, centeno o trigo son 55 kg de agua para lograr el mismo kg de maría seca. En el caso de una soja son 64 kg de agua y el caso de la alfalfa son 84 kg de agua.
Verdeos y fecha de siembra
Por ello no se puede sembrar cualquier cultivo en cualquier lugar como tampoco desconocer su ciclo. Si sembramos en esta época una avena ciclo corto, triticale ciclo corto, con agua y temperatura razonables, el 15 o 20 de marzo le podemos estar dando un pastoreo.
“Pero si se siembra a fin de marzo, el pastoreo será a fines de abril primeros días de mayo. Y si lo vamos a sembrar en abril lo vamos a comer en junio o julio. Es decir, se empiezan a prolongar los tiempos porque tendremos menores temperaturas y días más cortos, por lo cual se irá corriendo hacia más tarde el momento del pastoreo. Es decir, cuando más temprano se siembra el verdeo, más rápido se puede pastorear” sostiene Biondini.
“No cabe duda que entre entrar al otoño con nada de forraje, o tener uno o dos metros de sorgo, dependiendo de cuanto acompañe el clima, es mejor la segunda opción, considerando que se trata de un cultivo económico, se puede sembrar en densidades de 8 a 12 kg/ha de semilla que equivalen a 250.000 a 350.000 plantas por hectárea dependiendo del peso de 1000 semillas, dice Aldo Biondini.
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