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“Es un desastre, el panorama es horrible y con poca perspectiva. Si no llueve va a ser peor aún. Es desolador, ni yuyos quedan ya, se seca todo. Es terrible la sequía que hay”, así describe la situación en San Carlos, en el centro santafesino, el productor lechero Daniel Ferrero. En esa zona, desde abril hasta diciembre apenas cayeron 170 milímetros de lluvia. Falta de pasto y reservas, pérdida de los cultivos de maíz temprano, aumento de precio de los alimentos de los animales, componen un escenario muy preocupante para la actividad, no solo en el presente sino también mirando hacia el futuro cercano.
Ferrero junto a otros cuatro tamberos conformaron una empresa que presta servicios a terceros de picado de maíz, desparramado de estiércol, encalado, fertilización, asesoramiento en nutrición animal, entre otras cosas, y conoce bien lo que están padeciendo los productores de esa región. “Los maíces tempranos sembrados en septiembre en la zona fueron un fracaso por la falta de lluvias, por eso se está picando el poco material verde que desarrollaron las plantas para usarlo como forraje”, contó en diálogo con Clarín Rural. “Me está llamando mucha gente para picar, tamberos ni hablar, pero también muchos agricultores que no saben qué hacer con los maíces, quieren vender así como están pero el problema es que no tienen volumen, apenas llegaron a hacer un metro de alto y rinde muy poco”, detalló.
Por estos días, los cultivos están rindiendo 2 metros de bolsa cuando lo normal es que lleguen a 12 a 14 metros. “Los maíces están dando un 15 por ciento o menos de lo que deberían dar, y sin grano, obviamente, porque algunos formaron la espiga pero no tienen ni un grano adentro, no llegaron a llenarlo. Tendrían que estar en estadio de choclo o choclo duro pero no llegaron a florecer o florecieron sin agua y no cargaron”, explicó el tambero.
Según dijo, la mayoría de los productores quiere “sacárselos de encima ahora para dejar la tierra preparada y si llegara a llover, hacer maíz de segunda”. No obstante, hay otros que no pueden hacerlo, aunque quisieran, ya que “el tambo más cercano lo tienen a 20 kilómetros, entonces no tienen forma de llevarlo, tiene unos costos que son muy altos”, indicó Ferrero. Recorriendo la zona, se puede observar que, en muchos campos le están pasando el rolo a los cultivos. “Ya lo están matando, tirando abajo, así, si llegara a llover, pueden sembrar otra cosa; la mayoría no va a llegar a picarlo, la mayoría se va a perder”, señaló.
De todas maneras, los maíces que lleguen a picado, además de dar un bajísimo rendimiento, no van a tener calidad. “Un silo de maíz necesita grano si no, no es un silo, así que va a ser menos que una pastura porque no tiene proteína y tiene menor digestibilidad”, advirtió el productor que ya está picando y embolsando algunos lotes en su establecimiento.
En los tambos de casi todo el país la situación es muy crítica. “La mayoría se está quedando sin reservas y no va a tener para hacerla ahora, tampoco se están consiguiendo rollos, fardos ni megafardos, y el precio pasó de $18 el kilo a $38 o $40 en 45 días, se fue al doble”, detalló Ferrero.
Un problema que agravó la situación fue el Programa de Incremento Exportador o dólar soja, que estableció un valor preferencial de la divisa de $200 en septiembre y de $230 en diciembre para las operaciones de la oleaginosa y sus derivados, lo que generó el aumento de la harina y el expeller de la oleaginosa, la burlanda, la cascarilla y todos los subproductos, y arrastró a su vez al alza al expeller de girasol, que se utilizan en la alimentación de los animales. Según indicó Ferrero, solo por este motivo se registraron incrementos del 25% en los alimentos en el último mes, y de agosto a hoy, un 100%.
Los productores tampoco están consiguiendo maíz en otras zonas y esto afecta tanto a los tamberos como a los avicultores, ganaderos bovinos y porcinos. “Yo creo que en 60 días vamos a tener un grave problema para darle de comer a las vacas, las gallinas, los chanchos, a lo que se te ocurra, porque va a haber faltante”, advirtió Ferrero. “Dentro de dos meses va a faltar carne, huevos, pollo, leche, y ya se sabe lo que pasa: los precios se van a ir por las nubes, cuando vayamos al supermercado nos vamos a querer morir”, anticipó.
Ferraro y su grupo de tamberos están comprando y stockeando todo el maíz que pueden. “Sabemos que por más que llueva, los próximos seis meses para adelante van a ser duros igual”, manifestó. Hace un mes le cambiaron la dieta a los animales: el silo que tenían para 120 días lo van a estirar hasta 180 a 200 días para llegar a julio o agosto, y compraron subproductos. “Cuesta conseguir maíz y sin maíz no podés seguir produciendo, eso es lo más grave; está viniendo algo del norte y algún stock de la zona, de gente que terminó de vender, pero mucho más no hay”, lamentó.
Como consecuencia de esta crisis, muchos tambos se están cerrando en todo el país. “Me llaman dos o tres veces por semana orfertándome vacas porque se vende tal tambo o el otro. La cantidad de vacas lecheras que se están mandando a frigorífico es infernal, la gente está descartando animales. Hay gente que se queda sin reservas y sin plata, entonces no tiene mucha opción”, reveló Ferrero.
Otro tema que preocupa en su zona es el importante retraso en la siembra de soja para la época del año. “Las que están sembradas están recién nacidas y sufriendo, y si pasa un mes más sin llover vamos a perder también la soja y el maíz de segunda”, señaló.
Frente a este escenario, Ferrero reclamó “urgentemente créditos subsidiados, baratos y a largo plazo como para salir de la situación, para que la gente pueda comprar comida para sus animales”. La necesidad es apremiante. “El Gobierno tiene que reaccionar rápido, y no solamente para asistirá a la lechería, sino para toda la cadena productiva”, remarcó.
Mientras la sequía arrasa, los tamberos siguen esperando la soga que los ayude a seguir a flote. “No tenemos ninguna ayuda del Gobierno, ni medidas, ni créditos, nada”, dijo Ferrero. “Las políticas acá son del día a día y no a largo plazo, todos hacen política pensando en ganar las próximas elecciones y no pensando en diez años para adelante, entonces, pasan estas cosas”, lamentó el tambero.
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