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La región núcleo podría alcanzar un promedio de 72 qq/ha mientras que el rinde de indiferencia en campo alquilado es de 84 qq/ha.
“Se podría aspirar a un rendimiento aceptable en maíz tardío”, dicen los productores en Marcos Juárez, Córdoba, dónde estiman entre 80 a 90 qq/ha. En cambio, en Bigand, Santa Fe, hablan de solo 50 qq/ha como promedio y techos de 70 qq/ha, “siempre que llueva y se retrasen las heladas”. En Colon, norte de Buenos Aires, y alrededores esperan una merma en los rindes de un 30 % respecto a años normales: “los techos podrían estar en los 80 qq/ha”. Hacia el noroeste bonaerense, en General Pinto los cuadros están muy buenos y esperan poder alcanzar 80 qq/ha.
El relevamiento realizado por la Bolsa de Comercio de Rosario indica que las últimas precipitaciones que beneficiaron a gran parte del área productiva central salvaron al maíz de siembra tardía de un fracaso estrepitoso, aunque advierte que la rentabilidad del cultivo sigue siendo negativa en muchos casos.
“Hace 15 días, se secaba el 5% de la siembra y el 35% estaba regular a malo; hoy, solo el 15% está así. Y los técnicos señalan que ahora es el cultivo con mayor expectativa productiva, pero tiene que seguir lloviendo”, detalla el informe.
“Las lluvias encendieron las posibilidades productivas del maíz tardío y la región podría alcanzar un promedio de 72 qq/ha. El cultivo que buscaba escapar de la sequía con la estrategia de siembras tardías estaría a salvo, aunque dos semanas atrás parecía ser alcanzado”, agrega la entidad.
El promedio del maíz tardío para la región según el informe es de 93 qq/ha, por lo que el tardío tendría un daño del 22%, cifra que está muy lejos del 73% de merma del maíz temprano (que es sembrado en las tradicionales fechas de setiembre y octubre). De todas maneras, los números siguen siendo muy duros para el cultivo tardío en cuanto a márgenes netos. El rinde de indiferencia calculado el 5 de enero mostraba que eran necesarios 84 qq/ha en campo alquilado para empezar a ganar dinero con el maíz tardío. Si las lluvias acompañan y se alcanza el promedio de 72qq/ha, las pérdidas por hectárea para la modalidad de alquiler serían de 190 u$S/ha en promedio para la región núcleo.
El maíz tardío tiene todo por delante o más bien casi todo, porque la campaña está atravesada por un gran abanico de fechas de siembra, lo que incide de lleno en su condición y posibilidades productivas. Muchos de los tardíos tempranos, sembrados a fines de noviembre, son los cuadros que han mostrado menos recuperación y están en condiciones malas a regulares (15%). “Ya están en período crítico. Lo que pase con las lluvias y las temperaturas de estos días será determinante”, dicen en Monte Buey. En cambio, las siembras de diciembre han reaccionado muy bien y son las de mayor potencial. Por otro lado, están las siembras de la primera quincena de enero que recién están empezando el ciclo.
Las lluvias llegaron tarde para el maíz temprano
Donde el cultivo no se perdió, estos milímetros solo sirven para llenar los granos. “Esperamos un 50% de merma en el potencial de rinde en lotes de menor calidad y siembras tempranas”, dicen desde Monte Buey. “En estos casos el rinde estará entre los 40 a 50 qq/ha. En los lotes de mejor calidad, (que en años normales obtienen 120 a 130 qq/ha) esperamos entre 80 a 90 qq/ha”. En Colón, explican que maíces tempranos —siembras de septiembre— casi no se sembró y el estado de lo que queda es muy malo. Algunos pueden llegar a cosecharse con 10 qq/ha. En las siembras de fin de octubre se ven plantas muy petisas, en mal estado”. En Carlos Pellegrini, estiman que en el 30 % de los casos podría obtenerse algo más de 40 qq/ha y en el 70% restante 20 qq/ha. En los alrededores de Rosario, Bigand y Bombal, dónde casi no se sembró maíz temprano, lo poco que había se perdió”.
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