[ad_1]
Cargill y ADM aducen distorsiones entre los precios del disponible y los futuros. Hace días se hablaba del tema en las reuniones de actores del sector y, finalmente, las dos hicieron punta en la fuga.
Si bien entre los actores involucrados en el comercio de granos se venia hablando reiteradamente sobre las distorsiones y brechas en las cotizaciones físicas y futuras, la noticia cayó como una bomba: Cargill y ADM, dos de las mayores agroexportadoras de Argentina, avisaron a sus clientes, por mensajes de Whatsapp, que ya no se regirán por los precios de pizarra de la Cámara Arbitral de Rosario para sus operaciones comerciales de fijaciones de maíz sino que lo harán por el llamado “mercado comprador”, es decir, un precio estimativo que ellos consideren. Sólo eso, no hubo ninguna comunicación formal a las instituciones involucradas.
La decisión de las multinacionales se debe a que consideran que los precios Pizarra del maíz que toman como referencia para las compras están distorsionados, es decir, son superiores a los que realmente deberían pagar, como efecto indeseado del Dólar Soja. Ese precio surge a partir de la información suministrada por numerosos operadores y el registro oficial de negocios realizados (SIO-Granos), diariamente, más un porcentaje de las operaciones realizadas “a futuro”. Habitualmente, las entregas del producto se acuerdan y el precio se fija con posterioridad dentro de un plazo establecido.
El trasfondo del conflicto es el siguiente: muchos jugadores vendieron más soja de la que tenían prevista en septiembre y diciembre al precio diferencial ($200 y $230 por dolar) ofrecido por el gobierno nacional en el marco del Programa de Incremento Exportador. En ese contexto, acopios y exportadores vendieron soja que no tenían disponible para aprovechar el mayor valor de la divisa y ahora se ven obligados a pagar un precio algo superior para poder hacerse de la mercadería faltante, haciendo subir el precio de la Pizarra. Esto es lo que cuestionan las grandes agroexportadoras.
Pero hay más. Actualmente, hay pocas operaciones de maíz, el poco que les queda a los productores lo guardarán ya que por el momento (tras el mayor volumen de ventas realizado por el Dólar Soja) no necesitan liquidar más reservas de granos.
Por otra parte, las siembras tempranas del cultivo, en su mayoría, fracasaron por la sequía y se anticipa que habrá escasez del producto en los próximos meses, presionando los precios al alza, con lo cual, lo retendrán el mayor tiempo posible.
Frente a este escenario, algunos compradores ofrecen un precio mayor para abastecerse de maíz, por eso, las grandes agroexportadoras decidieron abandonar la cancha, sin previo aviso, ya que consideran que distorsionan la Pizarra a la suba.
Si bien esto no afecta a las operaciones ya pactadas con precio pizarra y no se modifica la modalidad de fijación, sí rige para los nuevos negocios. Pero ahora, las grandes cerealeras tienen la urgencia de decidir qué hacer con sus compras y piensan que llegar a un acuerdo institucional podría demorar semanas, por eso patearon el avispero intempestivamente. Es que vencidos los plazos de fijación pactados, los productores no quieren fijar precio y tienen el gran riesgo de que, llegado el momento de embarcara la mercadería comprometida no lo tengan.
Los anuncios de las multinacionales causaron un cimbronazo en el mercado. En la Bolsa de Comercio de Rosario hay preocupación por el daño a la institucionalidad que supone esta medida aunque remarcan que se trata de un tema que debe resolver la Cámara Arbitral, la cual está integrada por representantes de todos los eslabones de la cadena granaria nacional.
Desde la Bolsa rosarina sostienen que las soluciones a las diferencias deben debatirse y consensuarse dentro del ámbito de las instituciones -y no de manera unilateral- para respetarlas y cuidarlas ya que su fortaleza radica, precisamente, en la integración entre los actores, mercados y entidades que las componen. De lo contrario, comenzaría a perder credibilidad y representatividad toda decisión e información que pudiera salir de ellas y sería algo así como pegarse un tiro en el pie.
“Es un tema de cada empresa, como siempre ha sido el mercado de granos en Argentina, donde el principio básico del acuerdo entre las partes es el que ha permitido el crecimiento de la cadena”, remarcaron desde la Cámara de la Industria Aceitera de la República Argentina (CIARA) y el Centro de Exportadores de Cereales (CEC).
“Seguiremos bregando por mercados transparentes que tengan referencia de mercado real y efectiva y las reglas de uso y costumbre sean parte de esa institucionalidad”, agregaron.
Mañana, en Rosario, habrá una reunión de los miembros de la Cámara Arbitral para intentar encontrar una salida consensuada a la situación.
[ad_2]
Source link