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Pregunta Tomás: Gustavo, tengo dos consultas sobre los cultivos de cebada cervecera con un rendimiento esperado de 6000-7000 kg. En primer lugar, ¿Qué dosis de fósforo debería aplicar como efecto arrancador con valores de P-Bray entre 20 y 25 ppm, utilizando fosfato diamonico o nitrocomplex (sin considerar la reposición de P, ya que el próximo año los lotes serán destinados al cultivo de papa)?
Y en cuanto al nitrógeno necesario para alcanzar esos rendimientos y una proteína del 11%, ¿debería ajustarlo a lo ajusto a 175 – X? Respecto a los momentos de aplicación, ¿te parece adecuado aplicar el 60% en Z13 y el 40% restante a mediados de macollaje?
Respuesta de Gustavo Ferraris: Tomás, en cuanto al fósforo, dado el buen nivel inicial, para garantizar un rendimiento óptimo sin desperdiciar potencial, una aplicación de 80 a 100 kgN/ha debería ser suficiente. La cebada tiende a ser un poco más exigente que el trigo, y la disponibilidad de fósforo puede influir significativamente en su fenología.
En cuanto al nitrógeno, y considerando el objetivo de alcanzar una buena concentración de proteína, el aporte no debería ser inferior a 30 kgN (suelo + fertilizante) por tonelada de grano cosechado. Para el rendimiento de 6 ton/ha, se ajustaría a N180. E<
n algunos casos, en redes, se ha ajustado hasta 35. Sería útil evaluar el valor de Nan. Si la cebada se cultiva en rotación con papa y se aplican grandes cantidades de nitrógeno, es posible que haya un excedente que se convierta en formas orgánicas fácilmente disponibles, lo que aumentaría el potencial de mineralización. Por cada punto de Nan por encima de 50, se podría agregar una unidad a la curva de oferta de N, equivalente a 1 kg de N-Nitratos o fertilizante.
Respecto a la partición que propones, es adecuada en términos de la demanda del cultivo. Sin embargo, basado en mi experiencia, incluso en ambientes del norte de Buenos Aires con rendimientos menores que en Balcarce, una única aplicación de fertilizante al inicio puede diluir el N y dificultar alcanzar la calidad cervecera.
Para una incorporación afectiva al suelo, se requerirán dos lluvias posteriores a la aplicación. Podrías programar la primera de manera independiente al clima, aplicando el N en pre siembra. Durante la implantación del cultivo, se lograría una incorporación parcial.
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