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El incremento en el costo de los insumos y la escasez hídrica hacen que sea vital la eficiencia a la hora de fertilizar.
La campaña de maíz comenzó con un contexto de precios para el cultivo muy favorables en términos históricos, al punto tal que el margen bruto del cultivo es en promedio un 45% superior a la campaña anterior y 80% respecto del promedio de las últimas 4 campañas. Esta mejora de los márgenes económicos del cultivo, impacta directamente sobre el precio de los insumos, y el de los fertilizantes no es una excepción, y al aumentar la demanda de estos a escala global por el incentivo a sembrar maíz se genera una presión sobre la oferta que empuja los precios hacia arriba, condición que desmejoró la relación de precios de los fertilizantes con los granos de maíz un 6% respecto de los valores históricos promedios.
En esta situación coyuntural de precios y en condiciones climáticas de sequías moderadas a severas en la región maicera pampeana, que determinan fechas de siembra tardías buscando mejorar los balances de agua durante el periodo crítico, la pregunta que se formulan los productores es cuán conveniente es sostener los niveles de fertilización del cultivo, y si es realmente una decisión inteligente reducir las dosis con el objetivo de morigerar el impacto del precio de los insumos y el riesgo climático sobre los márgenes de ganancia.
Para tomar las mejores decisiones sobre la fertilización de los maíces tardíos es necesario tener en cuenta algunos fundamentos que son claves para nutrir el cultivo, no afectar la productividad y el favorable margen económico actual. Primero, debemos tener en cuenta que la fertilización es un aliado que contribuye a formar el 23% del rendimiento total del cultivo, y que los cultivos bien provistos de nutrientes son los más eficientes en el uso del agua, recurso como ya vimos significativamente escaso esta campaña. Y segundo, las recomendaciones de fertilización en planteos mejorados de nutrición son aplicaciones de nitrógeno (N), fósforo (P), azufre (S) y zinc (Zn), con el objetivo de cubrir las deficiencias frecuentes en nuestros suelos.
La mejor solución tecnológica para afrontar estos desafíos es MicroFusion, el fertilizante arrancador microgranulado desarrollado por Recuperar SRL específicamente para maíz. Microfusión es clave para manejos de nutrición en planteos de maíz tardío, donde las expectativas de rinde son moderadas y más estables, ya que aporta en la siembra del cultivo nitrógeno de liberación lenta, fósforo y zinc quelatados en la línea de siembra junto a la semilla y un adecuado suministro de azufre como sulfatos. Esta formulación es un complejo que asegura la misma concentración de nutrientes en cada uno de los microgránulos, de manera que la colocación y distribución de los nutrientes sea homogénea incrementando la eficiencia de uso del fertilizante.
Los mejores resultados en siembras de maíces tardíos de diciembre en Río Cuarto, Córdoba y Pergamino, Buenos Aires, se alcanzaron con 60 y 75 kilos de microfusión en la línea de siembra respectivamente, durante las campañas 2020 y 2021, con rendimientos promedios en campos de producción de 7800 y 8500 kg/ha de rendimiento en cada localidad.
Recuperar SRL opera desde hace más de 20 años en la provincia de Córdoba y es la primera fábrica de fertilizantes microgranulados de la Argentina. Los fertilizantes de Recuperar SRL generan una mejora en la eficiencia del proceso de fertilización, facilitando la disponibilidad de nutrientes para una correcta emergencia y posterior desarrollo del cultivo.
Nota de redacción: el autor es Responsable Técnico Comercial- Recuperar SRL.
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