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En una reunión de difusión técnica se trataron las claves a tener en cuenta para garantizar el éxito de las aplicaciones de fitosanitarios y en ella los expertos comentaron que es fundamental medir el trabajo de las máquinas aplicadoras terrestres y aéreas y que hay mucho para mejorar en este tema de las pulverizaciones.
Uno de los disertantes fue Esteban Frola, asesor privado especializado en la problemática de las aplicaciones, dijo que las dos malezas principalmente extendidas e nuestro país son rama negra y amaranthus, (yuyo colorado), y que en su zona, sur de Santa Fe con centro en Venado Tuerto, se pueden sumar raygrass y sorgo de Alepo resistentes. “Amarantus y rama negra están extendidas en los países vecinos como Bolivia y Paraguay”, señaló.
Federico Rolle, moderador de la Agenda AAPRESID en el marco de la cual tuvo lugar el encuentro, consultó sobre el origen y razones de la expansión de estas malezas y de su resistencia a herbicidas.
Ante esta consulta, Frola señaló que el origen del problema esta identificado, y aunque algunos lo relacionen con la curva de la existencia de malezas resistentes en Argentina con la utilización del bajo caudal de aplicación, incluso lo han dicho en algún congreso, pero en realidad cuando se estudia el tema se ven resistencias en Estados Unidos y en Australia, donde no se hacen aplicaciones con bajo caudal. Es decir, “no tiene nada que ver el problema con el volumen de la aplicación”, dijo.
“Sí puedo decir que hay un problema grave con las aplicaciones porque no se toma a la máquina aplicadora como una máquina de precisión, y ocurre que en la facultad no se estudia prácticamente nada, los programas son viejos, en algunas facultades hay algún tipo de reforma en ello pero el avance es tremendo en lo que es tecnología en aplicaciones aéreas y terrestres y sobre todo en tecnología de coadyuvantes. Pero el Ing. Agr. luego de cursar más de 40 materias en su carrera, sale bastante mal preparado en este tema” afirmó.
Luego se pone a trabajar con la cosechadora, la sembradora y la fertilizadora de dosis variable, y se la responsabilidad queda en el aplicador, y para mí eso esta mal. Si uno tuvo la posibilidad de estudiar, el tema es trabajar en conjunto y medir la máquina. No se puede trabajar a resultado, no se puede esperar el resultado para ver si la aplicación fue bien o mal hecha.
Esto es un problema a nivel general y “no solo de Argentina ya que en todos los países en los que trabajo se da lo mismo, en algunos aplican mejor en otros peor, y el que más se nos parece a nosotros de los limítrofes es Bolivia, pero para mejorar hay muchísimo y sin cambiar demasiado los costos, sin hacer grandes inversiones”.
“Hoy podes programar el trabajo a 24 horas con bastante certeza. Hoy tenés 5 a 6 empresas muy importantes en Argentina de investigación y elaboración en coadyuvantes que están presentes en otros países de Latinoamérica y otras regiones”.
Luego el experto calificó de impresionante la evolución de la maquinaria de aplicación terrestre y aérea desde los banderilleros, el piloto automático, o el corte por secciones, el corte automático pico por pico, la evolución en lo que es la estabilidad en los botalones.
Mezcla de productos
“Y a ello se le debe sumar una complejidad cada vez mayor en el sistema, por las malezas resistentes y porque muchas veces la gente quiere colocar 7 productos en una sola aplicación, entonces al sumar todos los productos a incluir en la aplicación esa suma da 80 o 100 dólares, y no se dan cuenta que tal vez hacer dos aplicaciones y tomar el problema en parte, ello les agregaría 6 dólares a este costo”, explicó.
A su turno Eduardo Vitta de INTA, Máximo Paz, Santa Fe y de la Universidad Nacional de Rosario, respondió la consulta sobre las consecuencias que trae una mala calibración del equipo pulverizador y ellas se pueden medir, afirmó que podemos sufrir pérdidas de ese caldo que estamos aplicando con el equipo pulverizador, y hay métodos para poder medirlos, que no son a veces tan simples.
Hay una limitante económica, dijo, pero se puede medir aquello que no llega al blanco y que se llama deriva. Hay una deriva que queda dentro del lote que se llama endoderiva y hay una exoderiva que es la que esta más controversial y que es el barrido de gotas muy chiquitas que se pueden ir fuera del lote.
Hoy se dispone de tecnología y de coadyuvantes que puede minimizar esta deriva y paralelo a estos estudios de la medición de la deriva hacen falta poder medir distintas pastillas con el tamaño del impacto (diámetro volumétrico medio, o diámetro 10 o 90 de la gota). Pero la información que tenemos son datos de cuando se mide con agua y las pastillas tampoco se comportan de la misma manera porque el caldo tiene una viscosidad, una densidad determinada el tamaño de gota puede variar en mayor medida, sostuvo.
Por ello creo que si bien el factor deriva es sumamente amplio y esta respuesta es muy reducida, necesitamos mitigarlo para hacer la aplicación más eficiente, necesitamos controlar la maleza, el insecto la plaga, con eficacia, pero necesitamos ser al mismo tiempo eficientes.
Tips para lograr alta calidad de aplicación.
“Coincido con Esteban -dijo Vitta- en el hecho que el colega a veces esta más vinculado a la cosechadora y a la sembradora, no sé si es una cuestión de que esta más familiarizado o de gustos, pero lo cuesta mucho dar estos tips para poder informar al operador para calibrar el equipo. La calibración parte de todos los eslabones que componen la cadena que maneja fitosanitarios.
La solución “parte desde el Ing. Agr. que reconoce el blanco y en base a eso define que fitosanitario se debe aplicar, conoce sobre calidad de agua, conoce el marco legal, es decir podrá realizar esa receta de aplicación, y también hay una cuestión de educar (extensión) con el productor y el operario que son quienes pueden lograr que ese fitosanitario llegue al blanco” detalló Vitta.
Por ello es que debe haber un trabajo en conjunto, esta la tecnología, esta la información disponible, tenemos desde páginas con datos climáticos bastante certeros como para planificar la pulverización, el paquete de coadyuvantes, las pastillas, equipos.
Por todo ello creo que no debería ser un impedimento la calibración del equipo y sin embargo, al menos en el sudeste de Santa Fe, la cantidad de ingenieros que están recomendado la calibración de un equipo determinado son pocos y el operador calibra por experiencia, y muchas veces mirando a otros aplicadores en como van trabajando en distintos barbechos o en distintas aplicaciones post emergencia.
Calidad de agua
Calidad y fuente del agua de la aplicación (del pueblo, de un tanque), definir si el fitosanitario es de contacto, si es sistémico (por floema o por xilema), para que el operario tenga más información a la hora de entender donde debe llegar la gota (que parte de la planta), el operador debe dar un perfil de como puede trabajar su equipo. Las condiciones meteorológicas es decir lo que mido en un pronóstico en el corto plazo, y las condiciones in situ.
Esto más allá de las aplicaciones en periurbano que están fiscalizadas o controladas con un parámetro más estricto. Finalmente, para la calibración en sí misma, deben participar los distintos actores no solo el operario. En lo que hace a las condiciones meteorológicas, los parámetros a considerar son: el viento (velocidad del viento, dirección, ráfagas), humedad relativa y temperatura del aire, que van en contramano, a medida que avanza el día la temperatura va en aumento y la HR va en disminución, detalló Vitta.
La recomendación es disponer de un anemómetro de mano, que mida temperatura y delta T con la diferencia entre termómetro seco y húmedo y es un parámetro que me dice que potencia para secar tiene la atmósfera, cuanto más alto es el delta T significa que la atmósfera puede deshidratar más. Y allí es donde debo agregar un coadyuvante al caldo para que proteja la gota.
Para terminar Frola destacó la importancia el tamaño de gota, “que para mí es lo principal” dijo, y su determinación a campo con las tarjetas hidrosensibles, y saber que en ellas se miden las gotas de más de 100 micrones y que las más chicas esquivan la tarjeta o no la marcan, y recomendó no medir deriva con tarjetas porque la gota que deriva no marcará tarjeta.
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