[ad_1]
La producción se vio afectada, la importación está restringida y los stocks de la mayoría de las especies son muy ajustados.
En pleno calorazo y con el bajón de tener que recortar expectativas, los productores igual tienen que levantar la cabeza y mirar para adelante, ir pensando cómo recuperarán lo perdido. Es tarea difícil, ya que el duro presente dejará trabas en el futuro inmediato. Una consecuencia concreta que ya se avisora será la falta de semillas forrajeras, debido no solo a la menor producción que genera la seca sino también a las restricciones vigentes para la importación. Así lo advirtieron en un informe reciente los Consorcios Regionales de Experimentación Agrícola (CREA).
“Excepto por la alfalfa, los stocks remanentes de semilla de la campaña previa son nulos o bajísimos, con lo cual la disponibilidad de semilla estará por demás ajustada. Tal como sucedió con los cultivos agrícolas tradicionales, la producción de semillas forrajeras también resultó afectada por el aumento de costos de producción, lo que configura un contexto desafiante no solo en lo que respecta a la disponibilidad de oferta, sino también al incremento de precios”, afirmaron.
Según el relevamiento de CREA, debido a los desastres climáticos, se esperan reducciones de producción de entre 30 y 50% para las distintas gramíneas sembradas en la Argentina. En lo que respecta a las leguminosas, si bien la cosecha aún está por definirse, muchos lotes debieron darse de baja por problemas tempranos de déficit hídrico. “El impacto devastador de la sequía y las heladas tardías se presentó en simultáneo con una política oficial orientada a reforzar los controles de solicitudes de divisas para concretar importaciones al tipo de cambio oficial”, remarcaron desde la entidad.
Luego detallaron que en la actual coyuntura, las empresas dedicadas al rubro de semillas forrajeras se muestran muy cautelosas en su estrategia comercial, porque aún no saben de cuánta oferta dispondrán en la campaña 2023. Y es muy probable que al momento de distribuir la escasa oferta disponible de cultivares privilegien a los clientes tradicionales.
Especie por especie
La alfalfa, principal especie forrajera utilizada en el país, es la que menos problemas enfrenta. Según el informe de CREA en el mercado interno existen remanentes de la campaña anterior, aunque puede haber faltantes de algunos materiales específicos. Los registros de importación evidencian dificultades para ingresar cultivares a partir del segundo semestre de 2022 debido a restricciones cambiarias gubernamentales.
En cuento a la festuca, advierten que hay muy bajo stock remanente, con cosechas locales muy comprometidas por restricciones hídricas y heladas tardías. “Los registros de importación –tal como ocurre en el caso de la alfalfa– evidencian dificultades crecientes para ingresar cultivares provenientes de EE.UU. o Europa”, detalla el informe.
En raigrás anual hay muy bajo stock remanente, con cosechas locales muy comprometidas por restricciones hídricas y heladas tardías. En caso de no encontrar demanda en el mercado local, esta especie puede ser exportada a Brasil, Uruguay, China o Europa.
En pasto ovillo son ajustados los stocks remanentes, con producciones locales que no aportarán un gran volumen. En Europa existe abundante oferta para originar –en caso de ser factible– mercadería importada en ese origen, comentan desde las firmas semilleras.
De agropiro hay un stock remanente prácticamente nulo. La cosecha local ingresa en febrero/marzo y su volumen dependerá de la evolución climática del primer bimestre de 2023.
En cuanto al trébol blanco, los stocks remanentes también son ajustados, con producciones locales que, si bien aún están por definirse, se encuentran comprometidas por restricciones hídricas. “Esta especie viene registrando en los últimos años una importante demanda por parte de China, lo que podría impulsar los precios internos del producto en un escenario de restricción de oferta, además de agotar tempranamente ciertos cultivares”, detalla el relevamiento de CREA.
Por último, de cebadilla hay muy bajo stock remanente, con cosechas locales muy comprometidas por desastres climáticos, al igual que de lotus tenuis y corniculatus.
[ad_2]
Source link